Las Torres  de Serranos se encuentran situadas en la antigua ronda interior  que  va  a  orillas  del  antiguo  cauce del  Río  Turia,  frente  al puente del mismo nombre.

 

Cuando  la  València  cristiana  se había  expandido  más allá  de las murallas árabes construidas en el siglo XI, el rey Pedro el Ceremonioso vio  la necesidad de construir una nueva muralla que la protegiese de las  guerras y los  asedios. No  será hasta la segunda mitad del siglo XIV cuando se construya esta nueva muralla con varias puertas, entre ellas la de Serranos. Este nombre le viene porque por ella accedían principalmente  los   viajeros  que llegaban  desde la  comarca de Los Serranos.

 

Las actuales  Torres  de Serranos sustituyeron a las primitivas, y fueron encargadas  por los   Jurats de València  al  mestre pedrapiquer  Pere Balaguer,  que también es conocido por la construcción del Micalet. Éste,  tomó por modelo  la  puerta principal  del  Real  Monasterio  de Poblet, un arco de medio punto flanqueado por dos torres poligonales, que era frecuente en esa época.

 

Las construyó entre los  años 1392 y 1398, dándole un aspecto militar a la par que de arco de triunfo. Los  espacios interiores abovedados se convertían   en  tribunas  donde  los   nobles  y  los   poderes  públicos observaban las entradas solemnes y otros festejos.

 

Entre los años 1586 y 1887, las Torres de Serranos fueron convertidas en cárceles  para nobles,  lo  que provocó que se reformaran,  además de evitar ser derruidas junto al resto de puertas y muralla de la misma época.  Por último,  cabe destacar que han sido  declaradas  en el  año

1931 como Monumento Histórico-Artístico Nacional.

 

Desde el  año 1955  el  acto de la  Crida  se realiza  desde sus murallas. Desde sus puertas, cada año, la Fallera Mayor de València invita a todo aquel  que desee a disfrutar  de una de las  fiestas más grandes del mundo, las Fallas.

 

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